Principios, valores, salud integral, desarrollo psicosocial, trabajo comunitario, amor a Dios, respeto, confianza y disciplina son los componentes esenciales del programa.
Los beneficios del programa son ofrecidos por los militares, pastores evangélicos, sacerdotes, Scout, Cuerpo de Bomberos y voluntarios universitarios.
El programa Guardianes de la Patria favorece desde 2014 a más de 28,000 niños durante cada año y para este 2019 las autoridades militares tienen la misma meta.
[dropcap]M[/dropcap]uchas gracias por el tiempo que se toman de venir aquí a compartir con todos los niños”,
exteriorizó sonriendo doña Virgen Martínez, madre de tres niñas beneficiadas con los valores morales, cívicos y espirituales del programa Guardianes de la Patria.
Fortalecer su mente, cuerpo y espíritu junto a otros 355 alumnos de la escuela Cirilo Vindel, ubicada en la colonia Altos del Loarque de Tegucigalpa, es lo que hacen cada sábado las hijas de doña Virgen que tienen 9, 11 y 13 años de edad.
“Gracias a Dios es un programa que les enseña mucho, no solo a jugar, sino a inculcar valores morales y éticos, pero sobre todo la palabra de Dios”, precisó la señora, mientras sonreía abrazando a dos de sus hijas, quienes ya adquirieron respeto, confianza y disciplina con el programa.
“Ellas me cuentan que se divierten y que aprendieron muchas cosas, sería bueno que fueran a otras escuelas también a inculcar los valores”, concluyó la madre satisfecha y agradecida con los instructores y los efectivos de las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA).
Por su parte, Marily Salinas, maestra del centro educativo Cirilo Vindel destacó que
“en la escuela cuenta hay 355 alumnos, todos han recibido el programa Guardianes de la Patria… todos los maestros estamos presentes y apoyando a los muchachos”.
“Tenemos como cuatro años trabajando con el programa y vemos que es muy bueno, se han implementado valores como el respeto, la solidaridad y la responsabilidad”, concluyó la educadora.
Voluntarios responsables
El programa cuenta con el apoyo de estudiantes universitarios de las carreras de pedagogía, psicología, derecho, enfermería, pastores evangélicos y sacerdotes.
“Cada sábado nos trasladamos con los instructores de Guardianes de la Patria para poder compartir los principios y valores bíblicos con los niños”,
contó Danny Maradiaga, pastor de niños de la iglesia de Dios Torre Fuerte, tras darles la palabra de Dios a los alumnos.
Maradiaga y los jóvenes universitarios imparten charlas educativas sobre principios espirituales, sexualidad, drogas, liderazgo, orientación emprendedora, prevención de la violencia y autoestima.
“Estamos en las escuelas para poder impartirles valores, donde vemos que hay mucho abandono de niños, desintegración familiar y eso causa baja autoestima, entre otras cosas”, finalizó el pastor evangélico.
Por su parte, Lesly Jossibel Andino, estudiantes de la carrera de Licenciatura en Enfermería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), comentó que
“les impartimos tres valores: este sábado les impartimos el valor de la fraternidad, luego el del civismo y la creatividad”.
“Hemos visto un cambio en los niños, aprenden sobre valores, porque nosotros le enseñamos lo que sabemos”, afirmó la joven quien instruye a los alumnos junto a otros 12 voluntarios de la UNAH en las escuelas de Tegucigalpa.
Proyecto sin precedentes 
Alejar a los niños de las drogas, maras y el crimen organizado son algunos de los beneficios del programa ofrece por militares, pastores evangélicos, sacerdotes, Scout, Cuerpo de Bomberos y voluntarios universitarios, explicó el coronel Ramón Humberto Castillo Gutiérrez, jefe del departamento de Programas de la Dirección (C-5).
Adelantó que “el próximo 30 de noviembre será la graduación de los niños” que participan en los tres niveles pedagógicos del programa Guardianes de la Patria a nivel nacional.
El programa inició en el año 2002 en las instalaciones del Cuarto Grupo Logístico (G.R.L.) de Naco, Cortés, como un proyecto piloto por iniciativa del Coronel, Saúl Orlando Coca Cantarero.
Fue hasta el año 2010 cuando trasladó a la ciudad Tegucigalpa en las instalaciones del Comando de Apoyo Logístico de las Fuerzas Armadas de Honduras (CALFFAA) y la Industria Militar de las Fuerzas Armadas de Honduras (IMFFAA) beneficiando a 10,800 alumnos.
Sin embargo, el programa favorece desde 2014 a más de 28,000 niños durante cada año y para este 2019 las autoridades militares tienen la misma meta.
Actualmente el programa se imparte en varios centros educativos de los 18 departamentos del país tras un acuerdo entre los directores de las escuelas y autoridades militares del país.
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