El día de hoy se presentaron algunas de las piezas arqueológicas extraídas de Ciudad Blanca donde las Fuerzas Armadas de Honduras brindarán resguardo del sitio para permitir una investigación ordenada, con protección arqueológica y obtener la mayor información de la zona situada en el sector de La Mosquitia, en el departamento de Gracias a Dios, Honduras.
Para las Fuerzas Armadas el descubrimiento de este patrimonio cultural y nacional es de mucha importancia ya se identifica como parte de la identidad nacional de todos los hondureños y del país donde actualmente miembros de la institución militar se encuentran en el sitio resguardando el área y apoyando a los arqueólogos, para el desarrollo y la extracción de las primeras 52 piezas arqueológicas.
Con la información derivada del estudio de las piezas arqueológicas se podrá planificar la investigación de esta nueva cultura ancestral para los próximos meses, en este sentido para poder realizar los trabajos se estableció un centro de investigación en el aeródromo de El Aguacate, que será el punto de partida para las misiones de exploración a la zona.
El Secretario de Defensa Nacional, Samuel Reyes ha reiterado en diversas ocasiones que “Esto ha despertado una enorme expectativa en la comunidad científica internacional en el cual el presidente de la República, Juan Orlando Hernández ha conformado una Fuerza de Tarea Interinstitucional en la que involucra diferentes instituciones en la parte de protección de la zona de reserva como también instituciones vinculadas a la ciencia y a la tecnología.
“Ciudad Blanca es un proyecto nacional y una obligación cuidarla ante el mundo por lo que una base militar estará vigilando, mientras los turistas la visiten el cual nos va a permitir ser el país de Centroamérica y la región del Caribe con mayor diversidad de destinos turísticos” destacó el Presidente, Juan Orlando Hernández en el proceso de sustracción de las 52 piezas ancestrales de la zona.
Asimismo en la expedición de exploración a Ciudad Blanca, en Gracias a Dios participaron autoridades del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, miembros de la revista National Geographic y miembros de las Fuerzas Armadas custodiando para permitir una investigación ordenada y con protección arqueológica.