- La Unidad Humanitaria de Rescate (UHR) de las Fuerzas Armadas ha estado presente en las entregas de las raciones de alimentos casa por casa.
- La meta del gobierno es abastecer con alimentos gratuitos 3.2 millones de hondureños a través del apoyo de los militares de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Tegucigalpa, 11 de abril 2020. En esta ocasión se han liberado de sus armas de reglamento, pues decidieron utilizar un blindaje más potente: la solidaridad, con el fin de no fallar en su misión de servicio a la patria.
Son los que visten botas y fatiga, enlistados en la Unidad Humanitaria de Rescate (UHR) de las Fuerzas Armadas, los que han dejado sus unidades, ejercicios militares y maniobras para enrolarse en la primera fila de atención a las familias vulnerables por el Covid-19.
Son estos hombres los que están poniendo “el pecho” y dispuestos a recorrer largas rutas a pie de hasta 13 horas diarias sin parar.
Y es que recibieron una instrucción que cumplirán por mandato presidencial, sin importar el sacrificio, de llegar a 800 mil hogares con alimentos que entregarán casa por casa.
La meta es asistir a más de 3.2 millones de hondureños considerados como de mayor vulnerabilidad por su condición de pobreza.
Cobertura
Tienen más de una semana de entregas de víveres, tiempo en el que han logrado distribuir 82 mil raciones en igual número de hogares, donde residen más de 540 mil personas que no han pasado hambre.
Las distancias no son las mismas, pues en algunos sectores han recorrido hasta más de un kilómetro con las raciones en hombros, igual han llegado a barrios y colonias de riesgo por la inseguridad.
También han recorrido empinados y estrechos caminos o descendido por interminables trayectos de gradas de cemento que forman parte de los accesos en algunas zonas, en especial en la capital.
Son estos hombres y mujeres originarios, en su mayoría de aldeas y caseríos de tierra adentro los que en la actualidad atienden a familias de ciudades necesitadas, con la esperanza de que otros se encarguen de sustentar a sus propias familias en reciprocidad solidaria.
En las jornadas de entrega de las ayudas se involucran militares de todos los rangos.
“Es un trabajo agotador, pero nos da satisfacción a todo el personal, porque estamos colaborando con nuestros compatriotas en necesidad”, informó el comandante de la Unidad Humanitaria de Rescate (UHR), Manuel Melgar.
Auxilio inmediato
En los momentos de entrega, al igual han logrado socorrer a hondureños que han enfrentado emergencias, según Melgar como sucedió con un niño que fue atacado por un perro.
Al conocer de la condición del menor, que por la emergencia nacional y la falta de dinero de sus padres no había recibido la asistencia médica necesaria, de inmediato fue auxiliado por el personal médico militar
Y es que en las jornadas de repartición de víveres también participan médicos de la UHR, los que están capacitados para auxiliar a la población en eventos provocados por desastres naturales, cambio climático y la emergencia Covid-19.
Agradecimiento
El agradecimiento de los beneficiados no se ha hecho esperar, unos con mayores muestras de sentimientos que otros, como sonrisas o lágrimas, pero todos tienen un denominador común “gracias”.
Vilma Martínez, residente en la colonia Nueva Capital, al observar a un militar acercarse a su casa salió a su encuentro.
La señora al llegar al frente del uniformado, de inmediato no dudó en extender sus brazos para ayudar a cargar el Saco Solidario que le entregaba aquel desconocido que portaba uno de los más insignes uniformes.
“Dios les bendiga, estoy muy agradecida por esta labor, por traernos alimentos para que no pasemos hambre”, dijo Martínez mientras se aprestaba a sacar las raciones que había recibido.
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En el listado de comunidades asistidas por los militares, en la capital, a la fecha se enlistan; Reparto por Arriba, 21 de Febrero, Reynel Fúnez y Villa Nueva Sur.
También Nueva Suyapa, Los Pinos, 3 de Mayo, Guasculile y Aldea Suyapa.
Entre Choluteca, La Ceiba, Choloma, Villanueva y San Pedro Sula los militares han distribuido miles de raciones de alimentos incluyendo personas sin hogar en las calles sampedranas.
Por esta entrega, además de las tareas simultáneas que realizan los militares a nivel nacional, no podemos olvidar que ninguna batalla se gana sin soldados y en Honduras el sello militar está presente en la fuerza que lucha contra la amenaza del virus letal.
Para todos ellos ¡Muchas gracias!
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